La muerte de Paquita la del Barrio ha desatado una feroz batalla entre sus hijos por la herencia de la icónica cantante. Desde su fallecimiento el 17 de febrero en Veracruz, lo que debía ser un momento de luto se transformó en un campo de tensiones y reproches familiares. Testigos del velorio han reportado un ambiente cargado de desconfianza, donde los hermanos apenas se dirigían la palabra y evitaban acercarse al féretro al mismo tiempo.

La fortuna de Paquita se estima en más de 10 millones de dólares, compuesta por ingresos de su carrera musical y diversos negocios, incluyendo su famoso restaurante “Casa Paquita”. Entre sus bienes destaca una lujosa casa en la Ciudad de México, lo que ha alimentado aún más las disputas entre sus herederos.

Marta Elena, la hija adoptiva de Paquita, ha roto el silencio y ha acusado a su hermano mayor, Iván Miguel, de maltratarla y despreciarla. En un momento de gran tensión, Marta declaró que las agresiones que ha sufrido no son solo verbales, insinuando que las diferencias entre ellos han existido por años. Además, advirtió que posee información que podría revelar secretos familiares si se siente amenazada respecto a su parte de la herencia.

Mientras tanto, Javier Gerardo, el hermano mayor, ha intentado calmar la polémica, sugiriendo que no hay pleitos graves, pero su versión choca con la distancia evidente entre los hermanos durante el velorio. Este distanciamiento ha llevado a muchos a especular sobre una inminente disputa legal por la herencia, reminiscentes de otros escándalos en el mundo del espectáculo.

Sin embargo, a pesar de las acusaciones y el drama familiar, Marta ha intentado suavizar sus declaraciones en entrevistas recientes, sugiriendo que todo está en orden y que su madre dejó todo arreglado en vida, aunque el contenido del testamento sigue siendo un misterio. La lectura del documento, que se espera en breve, podría desatar una tormenta aún mayor, revelando secretos y tensiones que han permanecido ocultos. La familia de Paquita la del Barrio se encuentra en una encrucijada, donde la lucha por el legado podría tener consecuencias devastadoras para sus relaciones personales.