Lis Padilla, la influencer peruana que ganó notoriedad por su viral “tren de amores”, se encuentra en el centro de una controversia tras someter a su hija mayor a una rinoplastia. La decisión, compartida por Padilla en sus redes sociales, ha generado un fuerte debate sobre la responsabilidad parental y la presión social en torno a la estética.
En un video, Lis Padilla mostró cómo su hija, que aún no ha alcanzado la mayoría de edad, se preparaba para la cirugía estética. A pesar de que la joven se mostró contenta tras el procedimiento y Padilla afirmó que todo salió bien, muchos usuarios han criticado la decisión de operar a una persona tan joven, considerándola una muestra de irresponsabilidad. La comunidad en línea argumenta que este tipo de acciones son motivadas por vanidad y no por el bienestar de la menor.
La polémica ha llevado a que algunos seguidores de Padilla la “cancelen” en redes sociales, acusándola de priorizar su imagen y la de sus hijos sobre su bienestar emocional y físico. Además, se menciona que Lis ha utilizado su fama para financiar procedimientos estéticos, mientras sus hijos viven en condiciones básicas con su ex pareja, conocido como “el hombre de la casa”.
Sin embargo, no todos están en contra de Padilla. Algunos defensores argumentan que, si tuvieran los recursos, también optarían por mejorar la autoestima de sus hijos a través de cirugías. Además, destacan que Lis está invirtiendo en su futuro, como la compra de una nueva casa y la apertura de un local de comida rápida, lo que podría ser visto como un intento de asegurar un mejor futuro para su familia.
La situación ha puesto de relieve el delicado equilibrio entre la libertad personal y las responsabilidades familiares, generando un debate sobre el papel de los padres y la influencia de las redes sociales en las decisiones estéticas.