El dueño de TV Azteca, Banco Azteca y Elektra dejó caer una bomba que sacudió al país entero: “Si México me necesita, HARÉ LO QUE SEA NECESARIO”. Una frase que no solo abrió la puerta a una candidatura presidencial, sino que encendió la imaginación de millones de mexicanos que, cansados del actual sistema, ya lo ven sentado en Palacio Nacional.
📱 En redes sociales, “El Tío Richi” no es solo un empresario: es un fenómeno digital. Con millones de seguidores, se ha convertido en una de las voces más incendiarias contra el gobierno de López Obrador, a quien llamó “mentiroso” y calificó al actual régimen como un “morenarco” corrupto y decadente. Sus videos, directos y sin filtros, se comparten como pólvora: en ellos promete un México donde los jóvenes no se resignen a ser empleados mal pagados, sino que aspiren a ser millonarios, “dueños de su destino”.
⚔️ Su propuesta es tan polémica como explosiva:
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Mano dura contra el crimen, con un modelo al estilo Bukele.
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Reducción drástica de impuestos y la eliminación de sindicatos “extorsivos” como la CNTE.
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Un gobierno mínimo, inspirado en Milei, donde “el ciudadano sea el verdadero jefe”.
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Una revolución cultural en la que, según él, “no se robe, no se mienta y no se mate”.
💥 Pero el magnate de 69 años no llega limpio a esta contienda imaginaria. Arrastra una deuda con el SAT de 74 MIL MILLONES DE PESOS. Él asegura que es persecución política: “Me quieren quebrar porque soy una voz incómoda, porque no tengo miedo a decir lo que todos piensan y nadie se atreve a gritar”. Una narrativa de mártir que ha disparado su popularidad entre quienes lo ven como el único capaz de enfrentarse al poder establecido.
👩💼 La presidenta Claudia Sheinbaum no tardó en responder: “La gente debe juzgar, pero cumplir con obligaciones es parte de ser ciudadano. Y una de esas obligaciones es pagar impuestos”. Con una sonrisa fría, le recordó su gigantesca deuda fiscal sin mencionarlo directamente. Un dardo envenenado que dejó claro que, si quiere jugar en las grandes ligas de la política, primero tendrá que saldar cuentas.
🌎 Con “dinero, contactos internacionales y toda la preparación del mundo”, como él mismo presume, Salinas asegura que puede lograr cosas “que ni él mismo imagina”. Mientras tanto, la opinión pública se divide:
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Sus seguidores lo veneran como un salvador, un Bukele mexicano con el poder del dinero y la experiencia de los negocios.
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Sus críticos lo tildan de “ultraderechista peligroso”, un millonario que quiere disfrazar de patriotismo su ambición de poder.
🔥 Lo cierto es que el país entero ya habla de él. Y aunque Salinas dice que no busca activamente la presidencia, cada palabra, cada tuit, cada entrevista suya parece diseñada para un solo objetivo: encender una llama que podría convertirse en un incendio electoral rumbo al 2030.