**El triste final del cantante y pastor evangélico MARCOS WITT**

La comunidad cristiana y el mundo de la música están de luto tras el anuncio del fallecimiento de Marcos Witt, un ícono de la música cristiana contemporánea. A los 62 años, Witt, conocido por su poderosa voz y su pasión por la adoración, dejó un legado imborrable que resonará por generaciones. Nacido en San Antonio, Texas, y criado en México, su vida estuvo marcada por la fe y la música desde su infancia, influenciado por sus padres misioneros.

A lo largo de su carrera, que abarcó más de cuatro décadas, Witt revolucionó el género, creando himnos que unieron a millones de creyentes alrededor del mundo. Canciones como “Renuévame” y “Cuán Grande es Dios” se convirtieron en clásicos, y su trabajo no solo se limitó a la música; también fue un mentor y líder espiritual, fundando el Instituto Canción, que ha impactado a miles de líderes de adoración en más de 20 países.

Sin embargo, su vida no estuvo exenta de controversias. En años recientes, su figura fue objeto de críticas por sus vínculos con ciertos movimientos religiosos y decisiones personales que generaron debate. A pesar de las polémicas, su impacto en la música cristiana y su capacidad para conectar con diversas comunidades de fe fueron innegables.

La noticia de su muerte ha dejado un vacío profundo en el corazón de muchos. Su esposa, Miriam, y sus cuatro hijos han sido un pilar fundamental en su vida, apoyándolo durante sus luchas personales, incluyendo un grave accidente en 2012 que puso a prueba su resiliencia. En sus últimos años, Witt planeaba compartir revelaciones sobre su trayectoria, dejando entrever que aún tenía mucho que ofrecer.

Marcos Witt no solo fue un artista; fue un líder que desafió las normas y promovió un mensaje inclusivo de amor y fe. Su legado perdurará, y su música seguirá siendo una fuente de inspiración para millones. La comunidad evangélica se une en oración por su familia y recuerda con gratitud la vida de un verdadero pionero de la adoración cristiana.