**México y Europa le dan la espalda a Estados Unidos: Un nuevo orden geopolítico en marcha**
En un giro inesperado que sacude los cimientos de la política global, México y Europa han decidido unir fuerzas en respuesta a la agresiva ofensiva arancelaria de Estados Unidos, liderada por Donald Trump. En la madrugada del sábado, el presidente estadounidense anunció un arancel del 30% sobre las importaciones de México y la Unión Europea, desatando una tormenta de reacciones que transformará el mapa del comercio internacional.
La respuesta fue rápida y contundente. Desde Bruselas, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, convocó una sesión de emergencia del Consejo Europeo, mientras que líderes como Emmanuel Macron no dudaron en calificar las acciones de Trump como una “agresión económica”. En México, la presidenta Claudia Shainbaum dejó claro que no tolerarán más abusos: “No nos consultaron, no nos respetaron, y ahora responderemos con dignidad y firmeza”.
Las represalias están en marcha. La Comisión Europea ha propuesto un paquete de medidas por valor de 21,000 millones de euros, que afectará a productos clave como vehículos Tesla, carne procesada y whisky. México, por su parte, está preparando contramedidas que incluyen aguacates, cerveza y medicamentos. La cooperación entre ambos se fortalece, y lo que parecía un enfrentamiento económico se ha transformado en una declaración de independencia frente al dominio estadounidense.
Las repercusiones ya se sienten en Wall Street, donde el Dow Jones cayó más de 700 puntos, reflejando la inquietud de los inversores ante un futuro incierto. La estrategia de Trump, que busca reelegirse, ha comenzado a afectar su propia base electoral, con precios que se dispararán en estados clave.
Este conflicto no solo redefine las relaciones comerciales, sino que también marca el inicio de un nuevo orden multipolar. México y Europa, antes considerados subordinados, ahora se posicionan como actores clave en el escenario global. La era de la dependencia parece llegar a su fin. El 1 de agosto se avecina, y con él, la posibilidad de una nueva historia donde México y Europa finalmente toman el control.