**DIRECTO: ¿EEUU ha fracasado con el ataque a Fordow? e Irán se refugia en Rusia**
La situación en Oriente Medio ha alcanzado un nuevo nivel de tensión tras el ataque de Estados Unidos a las instalaciones nucleares iraníes, conocido como “Operación Martillo”. Este asalto ha dejado a la comunidad internacional en estado de alerta, con informes de que Irán ha respondido lanzando misiles contra una base militar estadounidense en Siria, específicamente en Hasaka. Este ataque marca un punto crítico en el conflicto, donde ambos bandos parecen estar escalando sus acciones.
El presidente Donald Trump ha proclamado el éxito de la operación, afirmando que se han infligido daños “monumentales” a las instalaciones nucleares de Irán, particularmente en Fordow. Sin embargo, la realidad es más compleja. Fuentes en la región sugieren que, aunque se han producido impactos, las capacidades nucleares iraníes no han sido completamente destruidas. Esto plantea serias dudas sobre la efectividad de la intervención militar estadounidense y deja a Irán con la opción de intensificar su respuesta.
La embajada de Estados Unidos en Qatar ha emitido una alerta a sus ciudadanos, instándoles a permanecer en refugio hasta nuevo aviso, lo que indica la gravedad de la situación. Mientras tanto, Israel ha renovado sus bombardeos sobre Teherán, atacando objetivos estratégicos como la prisión de Evin y la Universidad Sahid Vegesti, vinculada al programa nuclear. Estos ataques han sido justificados como represalias a las acciones de Irán, que se ha comprometido a responder con fuerza.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abas Arashi, se encuentra en Moscú buscando apoyo de Vladimir Putin, quien ha condenado los ataques estadounidenses y ha advertido sobre las consecuencias de esta escalada. Rusia y China, aliados estratégicos de Irán, están observando de cerca el desarrollo de los acontecimientos, conscientes de que un cierre del estrecho de Ormuz podría desestabilizar aún más la economía global.
La tensión sigue en aumento, y el futuro de la región pende de un hilo. La comunidad internacional observa con preocupación cómo se desarrollan estos acontecimientos, que podrían tener repercusiones mucho más allá de las fronteras de Oriente Medio.