¡URGENTE! La selección peruana de fútbol se encuentra en una crisis sin precedentes, tras quedar fuera del Mundial 2026 y ocupar el penúltimo lugar en las clasificatorias. La debacle no solo se atribuye a decisiones catastróficas de la Federación Peruana de Fútbol y de los entrenadores Juan Reyoso y Pablo Fosati, sino que también revela una profunda corrupción y desinterés por parte de los presidentes de clubes de primera división.

Eddie Fleischman, en su reciente análisis, expone que los verdaderos culpables de esta catástrofe se esconden, eligiendo ignorar la realidad del fútbol peruano. Clubes emblemáticos como Universitario, Alianza Lima y Sporting Cristal han fracasado en formar futbolistas competitivos a nivel internacional. La falta de inversión y la mala gestión en la formación de jóvenes talentos han llevado a un estancamiento alarmante.

El último recuerdo de jugadores peruanos brillando en el extranjero se limita a unos pocos, como André Carrillo y Raúl Ruidíaz. La cruda verdad es que la formación de menores es un desastre, con escasas iniciativas que no cumplen con los estándares necesarios. La Federación, cómplice de esta situación, no hace cumplir los reglamentos de licencias que deberían promover la competitividad y el crecimiento de los clubes.

Mientras tanto, los dirigentes, más preocupados por sus intereses personales y arreglos oscuros, ignoran la necesidad urgente de una renovación en la gestión del fútbol peruano. La situación es crítica y, si no se toman medidas inmediatas, el fútbol en Perú seguirá sumido en la mediocridad, esperando milagros que nunca llegan.

La voz de alerta ha sido lanzada. ¡Es hora de que los responsables enfrenten las consecuencias y se tomen acciones concretas para salvar el futuro del fútbol peruano!