**¡EE.UU. DESPIERTA!: La Orden de Trump que Enciende las Protestas**

En un giro alarmante de los acontecimientos, el gobierno de Donald Trump ha declarado la guerra a las manifestaciones pacíficas, desencadenando un despliegue masivo de fuerzas de seguridad en varias ciudades de Estados Unidos. A medida que miles de ciudadanos se preparan para protestar este fin de semana, la respuesta del estado ha sido desproporcionada, con la Guardia Nacional y policías estatales en alerta máxima, como si se tratara de una invasión.

El gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, ha emitido advertencias amenazantes, mientras que en Florida, el sheriff Wayne Ivy ha instado a los automovilistas a atropellar a manifestantes si se sienten amenazados. Estas declaraciones han desatado la indignación y el temor en una nación que se enfrenta a una creciente represión. “Si escupen, nosotros golpeamos”, ha declarado Trump, dejando claro que cualquier forma de protesta será tratada como un acto de guerra.

Las imágenes de manifestantes bailando y alzando pancartas contrastan fuertemente con la retórica violenta de los líderes estatales, quienes parecen más interesados en sembrar el caos que en mantener el orden. En Texas, el despliegue de 5,000 soldados de la Guardia Nacional ha sido justificado bajo el pretexto de prevenir disturbios, aunque las protestas anteriores no han causado daños ni violencia.

Mientras tanto, líderes como Gavin Newsom instan a la calma y a la protesta pacífica, advirtiendo que el verdadero peligro radica en caer en la trampa de la provocación. “No le demos lo que él quiere”, clama Newsom, resaltando la necesidad de responder con dignidad y firmeza.

A medida que se acercan las manifestaciones, el clima de tensión se intensifica. Las calles se preparan para un enfrentamiento que podría definir el futuro de la libertad de expresión en Estados Unidos. La pregunta que queda en el aire es: ¿qué pasará cuando el pueblo, armado solo con su voz y sus pasos de baile, se enfrente a un estado que parece decidido a aplastar cualquier forma de disidencia? La respuesta podría ser más que un simple eco en las calles; podría ser el grito de una nación despertando de su letargo.