Pablito Ruiz, el ícono del pop latino que conquistó a millones en su infancia, vuelve a ser noticia tras revelar la desgarradora verdad sobre su vida tras la fama. Desde su meteórico ascenso a los 10 años hasta su abrupta caída y años de silencio, el cantante ha compartido su historia de dolor, explotación y resiliencia, desafiando las sombras que lo acechaban.
Nacido en 1975 en un hogar humilde en Buenos Aires, Pablo Maxmiliano Miguel Coronel V2 se convirtió en Pablito Ruiz, el niño prodigio de la música. Con éxitos como “Mi chica ideal” y “Oh mamá, ella me ha besado”, su carrera despegó rápidamente, pero detrás de la sonrisa y el brillo del escenario se escondía un niño abrumado por la presión y la explotación de la industria musical.
A medida que crecía, la fama se tornó en una carga. La cruel burla de la televisión y la presión de conformarse a un ideal heteronormativo lo llevaron a un abismo emocional. A los 15 años, huyó a México, pero el prejuicio continuó persiguiéndolo, llevándolo a un exilio espiritual. La muerte de su madre y la pandemia de COVID-19 reavivaron viejas heridas, desencadenando ataques de pánico y recuerdos dolorosos.
Sin embargo, Pablito ha encontrado la fuerza para levantarse nuevamente. En 2020, tras años de silencio, comenzó a escribir su propia historia, no solo para ser escuchado, sino para ser comprendido. Hoy, con un renovado sentido de propósito, Pablo Ruiz reivindica su voz, compartiendo su travesía de supervivencia y empoderamiento. Su historia es un testimonio de la lucha de muchos en la industria musical y una llamada a la protección de los jóvenes artistas.
La pregunta persiste: ¿la industria realmente ha aprendido de la historia de Pablito? Su legado continúa resonando, recordándonos que detrás de cada estrella hay una historia que merece ser escuchada.