Lionel Messi ha sido oficialmente sancionado por el Comité Disciplinario de la Major League Soccer (MLS) tras protagonizar un acalorado enfrentamiento con el árbitro principal al final del empate 3-3 entre Inter Miami y San Jose Earthquakes en la jornada 12 de la liga.
El astro argentino, que disputó los 90 minutos sin marcar ni asistir, fue protagonista de una fuerte discusión con el colegiado al término del encuentro. En las imágenes captadas por la transmisión oficial, se puede observar a Messi señalando al árbitro en al menos tres ocasiones, acompañado de palabras presuntamente ofensivas, entre ellas la frase “¡cobarde!”, lo que generó un fuerte revuelo en redes sociales y medios de comunicación.
La reacción del árbitro no se hizo esperar, mostrándole tarjeta amarilla en el acto. Sin embargo, lejos de calmarse, Messi volvió a encarar al juez, provocando una tensa situación que solo se resolvió cuando el técnico del equipo rival intervino para evitar que el incidente escalara.
De acuerdo con el comunicado oficial del Comité Disciplinario de la MLS, emitido este martes, Messi ha sido sancionado con dos partidos de suspensión y una multa económica significativa por conducta antideportiva y “uso de lenguaje inapropiado hacia un oficial del partido”.
“La conducta del señor Lionel Messi, al finalizar el encuentro contra San Jose Earthquakes, constituye una clara violación al código de respeto y comportamiento deportivo que rige la MLS. Por ello, el Comité ha decidido aplicar una suspensión de dos partidos y una sanción económica. Este tipo de comportamiento no será tolerado, sin importar el perfil o trayectoria del jugador”, se lee en el comunicado.
La sanción dejará a Inter Miami sin su principal figura en al menos dos partidos cruciales del calendario. Esta situación llega en un momento complicado para el equipo dirigido por Javier Mascherano, que viene atravesando una racha de resultados irregulares en el inicio de temporada.
El conflicto habría tenido origen en una jugada polémica al final del encuentro, cuando Messi fue derribado cerca del área rival y el árbitro decidió no sancionar falta, lo que privó a Inter Miami de una clara oportunidad de gol. Tras el silbatazo final, el argentino no ocultó su frustración y protagonizó una escena poco habitual en él.
A pesar del revuelo, ni Messi ni el club han emitido una declaración oficial tras la sanción. Sin embargo, se espera que la situación tenga repercusiones internas y sirva como advertencia para evitar futuros incidentes.
Con esta sanción, la MLS busca reafirmar su compromiso con el respeto y la integridad en el deporte, dejando en claro que nadie está por encima de las reglas, ni siquiera una leyenda viva del fútbol mundial.