La conmoción recorre el país tras el sorpresivo testimonio de Michelle Reynoso, la ex amante del fallecido merenguero Rubby Pérez, quien ha decidido romper su silencio a solo quince días de la muerte del artista. En una emotiva declaración, Michelle arremetió contra las acusaciones de Sulinka Pérez, la hija mayor de Rubby, quien había calificado a su hija, Ana Beatriz, como “hijos de la calle”, desatando una ola de controversia y dolor.
Michelle, quien se ha visto en el centro de la tormenta mediática, expresó su dolor y su deseo de proteger la dignidad de su hija. “No tengo que probar lo que viví con Rubby, porque está escrito en cada gesto que él tuvo con nuestra hija”, afirmó, insistiendo en que su relación fue real y llena de amor, a pesar de las circunstancias. Con voz temblorosa, continuó: “Nadie tiene derecho a contar la historia de un hombre que ya no está aquí para defenderse”.
Las palabras de Michelle han sacudido el panorama mediático, generando un debate intenso sobre el legado de Rubby Pérez y la fractura familiar que su muerte ha dejado al descubierto. “El silencio a veces se malinterpreta”, dijo, explicando que su intervención no busca la polémica, sino el respeto y la verdad. “No vine a buscar perdón, vine a poner fin al silencio”, aseguró.
El impacto de estas revelaciones se siente en el corazón del pueblo dominicano, que llora la pérdida de un ícono de la música. Mientras el país se debate entre el duelo y el escándalo, el legado de Rubby Pérez se enfrenta a la prueba de fuego de la opinión pública. ¿Cómo será recordado? ¿Por sus controversias o por su arte? La historia sigue desarrollándose, y las voces que la componen siguen exigiendo ser escuchadas.