**A sus 73 años, El Padre Pistolas Rompe su silencio dejando al mundo CONMOCIONADO**

En un giro impactante que sacude los cimientos de la Iglesia Católica en México, el controvertido sacerdote conocido como el Padre Pistolas ha roto su silencio tras años de controversias y suspensiones. A sus 73 años, el sacerdote, famoso por predicar con un revólver al cinto y desafiar a políticos corruptos desde el púlpito, ha recuperado su licencia para ejercer y ha prometido no callar ante la violencia y la injusticia que afectan a su comunidad.

El anuncio de su reinstalación por parte de la Arquidiócesis de Morelia llega en un momento crítico, donde la violencia del narcotráfico ha desbordado a las instituciones tradicionales. El Padre Pistolas, cuyo verdadero nombre es Alfredo Gallegos Lara, se ha convertido en una figura de resistencia en un entorno donde muchos se sienten abandonados tanto por el gobierno como por la jerarquía eclesiástica.

En una declaración explosiva, el Padre Pistolas se ha manifestado contra las acusaciones que lo tildan de farsante, defendiendo su enfoque audaz y directo que ha resonado con las comunidades más vulnerables. “La gente se está muriendo”, aseguró, mientras reafirmaba su compromiso de actuar en favor de los que más lo necesitan, desafiando las normas establecidas.

Con su regreso, el Padre Pistolas no solo retoma su ministerio, sino que también reinventa el papel de la iglesia en tiempos de crisis, fomentando un debate sobre la moralidad y la supervivencia en un México marcado por la impunidad. Sus sermones, que combinan fe y crítica social, han capturado la atención de millones, convirtiéndolo en un ícono de la lucha contra la corrupción.

Sin embargo, su retorno no está exento de riesgos. Los ecos de sus palabras aún resuenan en un país donde la violencia y la corrupción son moneda corriente. ¿Es el Padre Pistolas un salvador o un rebelde descontrolado? La respuesta podría definir el futuro de la iglesia y de su comunidad en un contexto donde la fe se mezcla con la resistencia. La pregunta queda en el aire: ¿será capaz de mantenerse firme en su misión, o las fuerzas que lo han atacado lo silenciarán una vez más?