Último adiós a Gustavo Torner en la Catedral de Cuenca
Cuenca se viste de luto tras el fallecimiento del reconocido artista Gustavo Torner, cuya vida y obra fueron celebradas en una emotiva ceremonia en la Catedral de Cuenca. En un ambiente cargado de solemnidad, familiares, amigos y admiradores se reunieron para rendir homenaje a un hombre que dejó una huella imborrable en el mundo del arte español.
La ceremonia, marcada por la música y la oración, comenzó con la encendida de una vela simbólica, representando el cuerpo glorioso y resucitado de Cristo. Las palabras del sacerdote resonaron en la catedral, evocando la esperanza de que Torner, quien cerró sus ojos a la penumbra de la tierra, ahora contempla la luz eterna en el cielo. “Se nos ha ido un gran artista, uno de los grandes de este siglo”, afirmó el orador, destacando la noble humildad que caracterizaba al fallecido.
A medida que la comunidad se unía en oración, se sentía la profunda tristeza por la pérdida de un hombre que no solo fue un destacado garajista, sino también un cristiano de fe y un ser humano ejemplar. La Virgen Santísima fue invocada para ayudar a guiar su alma hacia el descanso eterno.
El evento culminó en un emotivo aplauso que resonó en la catedral, un tributo al legado de Torner, cuyas obras seguirán iluminando el camino del arte en España. La comunidad de Cuenca se despide de un ícono, pero su espíritu perdurará en cada rincón de su legado artístico. Este último adiós no solo marca el fin de una era, sino que también invita a reflexionar sobre el impacto que un solo individuo puede tener en la cultura y en el corazón de una nación.
