1. Derrota estrepitosa sin Messi
Inter Miami sufrió un duro revés al perder 4-1 contra Orlando City en el clásico de Florida. La jornada estuvo marcada por la ausencia de Lionel Messi, quien fue descartado por una lesión muscular en la pierna. El entrenador Javier Mascherano aseguró que no quiso arriesgar al astro argentino ([turn0news16]).
2. Derrota sin excusas
Mascherano no rehuyó su responsabilidad tras el partido. En rueda de prensa declaró:
“Todos somos responsables, y yo el primero… Hoy hubo solo un equipo, Orlando. No jugamos con la intensidad necesaria… Si queremos competir, así no es el camino.” Su autocrítica fue directa y contundente, visiblemente herido por la imagen mostrada por su equipo ([turn0search6]; [turn0search2]).
3. Dominio total del rival
Orlando fue superior de principio a fin. Luis Muriel abrió el marcador en apenas dos minutos; aunque Yannick Bright empató, Orlando se impuso con goles adicionales de Muriel, Martín Ojeda y Marco Pašalić en la segunda mitad. La tónica del partido fue clara: intensidad, organización y hambre de victoria que Inter Miami no mostró ([turn0search6]; [turn0search7]).
4. Crisis y reflexiones urgentes
Con esta derrota, Miami cayó al 𝓈ℯ𝓍to lugar de la Conferencia Este, aunque mantiene partidos pendientes. Mascherano afirmó que la falta de intensidad y actitud preocupa profundamente al grupo:
“Me duele mucho ver la imagen que dimos hoy. Como líder, esto me duele… si queremos competir, esto no sirve.” La derrota plantea serias inquietudes sobre el rumbo del equipo y el liderazgo bajo presión ([turn0search6]; [turn0search2]).
5. Contexto: dependencia de Messi y próximo desafío
La falta de Messi expuso la fragilidad del equipo, reforzando la “Messidependencia”: sin él, el rendimiento cae drásticamente ([turn0news17]). Orlando City, con el tridente ofensivo liderado por Muriel, Ojeda y Pasalić, se perfila como una seria amenaza por el título de la MLS ([turn0news15]). Inter Miami buscará recuperarse ante LA Galaxy y prepararse para los cuartos de final de la Leagues Cup.