El mundo de la música mexicana se encuentra de luto tras la reciente muerte de Amparo Higuera Juárez, una de las voces más emblemáticas del icónico dúo Las Jilguerillas. A los 84 años, Amparo dejó un legado imborrable que resonó en el corazón de millones, marcando un hito en la música ranchera. La noticia de su fallecimiento, anunciada por la cuenta oficial de Las Jilguerillas, ha dejado a sus seguidores en un estado de profunda tristeza, recordando no solo su talento, sino también su calidez y conexión emocional con el público.
Amparo, junto a su hermana Imelda, formó un dúo que revolucionó la música tradicional mexicana desde sus humildes inicios en Michoacán. Con canciones que se convirtieron en himnos de generaciones, sus melodías como “El novillo despuntado” y “El Vato Gacho” siguen sonando en los corazones de quienes crecieron con su música. La partida de Amparo no solo marca el fin de una era, sino que también resalta la fragilidad de la vida en el mundo del espectáculo.
La salud de Amparo había sido un tema de preocupación desde principios de 2021, lo que llevó a su hospitalización y a una ola de oraciones y muestras de apoyo de sus seguidores. Sin embargo, su legado musical perdurará, ya que su voz y su historia están entrelazadas con la cultura popular mexicana. La comunidad de Numarán, su ciudad natal, ya ha comenzado a rendir homenaje a su memoria, recordando a la artista que llevó la música ranchera a nuevas alturas.
La noticia ha conmovido a la industria musical, donde colegas y admiradores expresan su dolor y gratitud por el impacto que tuvo en sus vidas. Amparo Higuera no solo fue una artista, sino un símbolo de perseverancia y amor por la música. Su legado vivirá en cada acorde y en cada corazón que se dejó llevar por la dulzura de su voz. Las Jilguerillas, aunque ahora separadas por la muerte, permanecerán unidas en la memoria colectiva de México.