**Título: El Silencio del Turismo: ¿Por qué EE.UU. se Está Quedando Solo en 2025?**

En un giro alarmante, Estados Unidos, una vez un imán turístico global, está enfrentando un colapso silencioso en su industria del turismo. Las estadísticas son desoladoras: solo en el último año, las visitas desde Canadá han caído más del 35%, dejando carreteras que solían estar repletas de viajeros vacías y silenciosas. Este fenómeno no es un simple capricho; es el resultado de una combinación letal de tensiones políticas, tarifas comerciales descontroladas e incertidumbre económica.

Desde Europa hasta Asia, los turistas están reconfigurando sus itinerarios y eligiendo destinos más acogedores. Mientras países como Tailandia, Francia y México lanzan campañas agresivas para atraer visitantes, EE.UU. se ha encerrado en su propio laberinto político, lidiando con aranceles que han encarecido la experiencia de viajar al país. En 2023, EE.UU. perdió más de 12,000 millones de dólares en turismo internacional, y si la tendencia continúa, se espera que para finales de 2025 la cifra alcance un aterrador total de más de 200,000 millones de dólares.

Las grandes ciudades que antes vibraban con la energía de los turistas, como Nueva York, Orlando y San Francisco, ahora sienten el vacío. Hoteles con habitaciones desocupadas y restaurantes que luchan por mantenerse a flote son el nuevo paisaje. Los turistas, que antes gastaban siete veces más que los locales, están buscando alternativas, dejando a la economía estadounidense en una espiral descendente.

La Organización Mundial del Turismo ha emitido una advertencia impactante: EE.UU. es el único país del mundo donde el gasto en turismo internacional está cayendo en cifras absolutas. Este no es solo un golpe económico; es un mensaje diplomático de desconfianza que resuena en el escenario global. Para revertir esta caída, EE.UU. necesita mucho más que discursos vacíos; requiere decisiones audaces que reconstruyan la confianza y abran las puertas al mundo.

La pregunta persiste: ¿hay tiempo para salvar esta industria vital? Mientras el silencio en aeropuertos y hoteles se vuelve ensordecedor, la respuesta parece cada vez más urgente.