Florinda Meza, la icónica actriz conocida por su papel de doña Florinda en “El Chavo del Ocho”, ha construido una vida llena de lujos y éxitos desde la muerte de su pareja, Roberto Gómez Bolaños, en 2014. En 2025, su existencia se asemeja a un sueño: despierta en su majestuosa mansión de Villa Florinda en Cancún, un hogar valorado en 40 millones de pesos que se erige como símbolo de su legado y de su historia de amor.
A pesar de la percepción de riqueza, Meza ha sido clara sobre su situación financiera. Según estimaciones, su patrimonio neto podría rondar los 20 millones de dólares, pero ella misma ha desmentido rumores sobre vivir en áreas exclusivas de la Ciudad de México. Reside en la colonia del Valle, un lugar con buena calidad de vida, lejos del lujo ostentoso que muchos imaginan.
Más allá del dinero, la vida de Florinda está marcada por una profunda historia de amor con Chespirito, marcada por complicaciones y devoción. A lo largo de su carrera, ha sido no solo actriz, sino también productora y escritora, dejando una huella imborrable en el mundo del entretenimiento.
Florinda también se ha visto envuelta en controversias sobre la herencia de Gómez Bolaños, que se ha convertido en un tema de debate familiar. Aunque se estimaba que su fortuna era monumental, la realidad es que dejó deudas médicas y un patrimonio que apenas cubría los gastos. Esto ha llevado a Florinda a tomar decisiones difíciles, como vender la casa de Cancún que compartían.
Hoy, Florinda no solo disfruta de sus propiedades lujosas, sino que también sigue comprometida con su labor filantrópica a través de la Fundación Chespirito, asegurando que el legado de su amado continúe. Su vida es un reflejo de resiliencia; a pesar de la pérdida, ha encontrado formas de celebrar y honrar su pasado mientras sigue disfrutando de las cosas bellas de la vida. En un mundo lleno de especulaciones, Florinda Meza se reafirma como una mujer que sabe disfrutar cada momento, siempre con un recuerdo de amor en su corazón.