Ezequiel Guasa, un periodista y ex precandidato a diputado, ha sido condenado a 10 años de prisión por un delito aberrante de abuso 𝓈ℯ𝓍ual y corrupción de menores. La sentencia se dictó esta mañana, marcando un hito en un caso que ha conmocionado a la sociedad argentina. La víctima, una joven de apenas 15 años, fue objeto de un intercambio repugnante donde Guasa ofreció dinero y sustancias ilegales a su madre a cambio de mantener relaciones íntimas con ella.

El escándalo comenzó a desenredarse a través de la denuncia de la organización “Red Alto al Tráfico y la Trata”, que alertó a las autoridades sobre las actividades delictivas de Guasa. Tras una exhaustiva investigación, se revelaron conversaciones perturbadoras entre el periodista y la madre de la menor, donde se discutían pagos y condiciones para llevar a cabo estos actos atroces. La madre, que también ha sido condenada como cómplice, se encuentra detenida.

Guasa estuvo prófugo de la justicia durante 67 días antes de ser capturado por la Policía Federal Argentina. A pesar de la contundencia de las pruebas, que incluyen chats incriminatorios, Guasa se ha negado a declarar, lo que ha generado aún más inquietud sobre la naturaleza de sus acciones.

Este caso no solo expone la gravedad del abuso infantil, sino que también pone de relieve la necesidad urgente de proteger a los más vulnerables en nuestra sociedad. La condena de Guasa es un paso crucial, pero la lucha contra estos crímenes debe continuar. La sociedad exige justicia, y este fallo es solo el comienzo de un proceso que podría tener repercusiones aún más amplias en el panorama político y social de Argentina.