Un POLICIER des brigades anticriminalité (BAC) ha respondido con furia a las críticas del político Jean-Luc Mélenchon, quien cuestionó la eficacia y la ética de la policía en Francia. En un apasionado discurso, el agente, con 20 años de experiencia en la vía pública, destacó la importancia de su labor al intervenir en situaciones de emergencia, como el rescate de mujeres víctimas de violencia doméstica y la protección de jóvenes en riesgo. “¿Quién va a ayudar al niño que es acosado en la escuela? ¿Quién defenderá a la mujer que es golpeada por su marido?”, desafió el policía, subrayando la necesidad de su unidad en un contexto de creciente violencia urbana.
El debate se intensificó cuando el agente reveló cifras impactantes: en 2023, la BAC realizó aproximadamente 620,000 intervenciones, con un 58% relacionadas con disturbios y violencia. “No somos los villanos que pintan”, insistió, rechazando las caricaturas que se hacen de la policía. En un momento crucial, el policía arremetió contra la narrativa de que la policía es violenta, afirmando que “73% de la población respeta y confía en su policía”.
La tensión escaló cuando Mélenchon, conocido por sus críticas a las fuerzas del orden, fue confrontado sobre su postura. El agente no dudó en señalar que las reformas propuestas por el político podrían poner en peligro la seguridad pública. “Si eliminan las BAC, ¿quién se encargará de las urgencias?”, preguntó, enfatizando la necesidad de mantener una presencia policial activa en las calles.
Este intercambio explosivo no solo resalta la creciente polarización en torno a la seguridad pública en Francia, sino que también pone de manifiesto la urgente necesidad de un diálogo constructivo sobre el papel de la policía en la sociedad actual. La discusión se intensifica en un momento en que la violencia y la inseguridad continúan en aumento, y la confianza en las instituciones se encuentra en un punto crítico.